Los países generalmente se dividen por algún accidente geográfico: ríos, cadenas montañosas, lagos, etc. El Estado de México en su frontera del sureste no es la excepción, haciendo semejanza con las fronteras norte y sur de nuestro país con los ríos Bravo y Usumacinta,el río de los Remedios divide el Estado de México y el D.F. El cual es entubado a través del periférico y es famoso por desbordarse en tiempo de lluvias.
La frontera es una herramienta que utilizan con frecuencia los taxistas:
- ¿A donde va joven?...
- A Indios Verdes...
- Uuuuuuuy joven eso ya es el Distrito... Le cobro lo que marque namas que cruzando al D.F. es el doble.
- ¡Cómo!...
También los políticos y gobernantes cuando hay que hacer obras:
- No pues es que eso le corresponde al D.F.
- No, eso le corresponde al Estado de México.
y namas no se ponen de acuerdo.
Para realizar trámites, la frontera es una estrategia de negligencia y burocratismo, exquisitamente maquinada para no funcionar.
Los perros policías de tránsito de ambos bandos en el cruce de la frontera, cada quien de su lado esperando cazar una presa; algún automovilista despistado que cometa un error y que sea preferentemente del bando contrario, para ser remitido al corralón y sangrarlo hasta que su cartera y las de sus familiares tengan hoyos...esa experiencia no se la deseo a nadie y mucho menos pasar por la cárcel.
La frontera es real así es que preparen sus pasaportes si algún día cruzan por ahí.
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